Un respiro y un soplo de aire fresco
Categoría: Reseñas
La casa de los huesecillos: brujas y ocultismo
Una novela breve pero intensa con varios niveles de lectura
Walkaway. Una vida por defecto
Ciencia ficción social, transhumanismo y humor inteligente
Entre mundos: rol extremo
Una mezcla entre terror y ciencia ficción con videojuegos difícil de definir pero fácil de disfrutar
Verano del 99: la fascinación de lo perverso
Jóvenes góticos fascinados por personajes ambiguos y mucha música oscura
Light Chaser. Surcaluz: ciencia y metafísica
Space opera de acción, aventura e intriga con un amor más allá del tiempo
Un refugio para los condenados: infernal adolescencia
Casas encantadas, rebeldía adolescente y mucha violencia
Tierra profana: la historia tiende a repetirse
Una multiucronía sobre la creación del estado judío y sus consecuencias en la que las fronteras entre realidades alternativas son difusas
El peso del humo
Cambio de sexo, IA y transhumanismo en una sociedad ¿utópica?
Sinfonía de sombras I: Despertar
Primera entrega de una saga que se adivina larga
Una canción para deshacer el mundo: obsesiones
Inquietantes y extrañas obsesiones
Herederos del caos: arañas y más
Segunda entrega de la saga que me convirtió en una Tchaikovsker irredenta
Una ilusión disipada: el desenlace
Digno y sorprendente final para una trilogía entretenida, divertida y de acción trepidante
Tidepool: no volverás a la playa
Pueblo maldito, monstruos marinos y horror cósmico reivindicativo
Fantasmas de verde jade: mediums detectives
El profesor Xavier, el Dr. Strange y Expediente X se encuentran con Dickens y Doyle
De conjuros y otras penas: historia de una buena bruja
Brujas, sororidad y venganza con mucha fuerza narrativa
El americano te invita a conocer Vietnam
Brutal thriller sobrenatural basado en los personajes que te muestra las múltiples caras de Vietnam
Hz: humor científico
Un universo vibrante con el que te partirás de risa
Infiltrado: ángeles y demonios
Un narrador muy especial
El horizonte del Universo: apasionante ida de olla
¿Jugamos a que no éramos reales?