A ambos lados del espejo: entretenimiento y reflexión

  • Título: A ambos lados del espejo
  • Autor: Iván Ledesma
  • Editorial: Obscura
  • Formato: rústica con solapas
  • Disponible en ebook: sí
  • Nº de páginas: 149
  • Ilustración de cubierta: David Rendo
  • Fecha de publicación: febrero de 2024
  • Fecha de lectura: julio de 2024
  • Enlace de compra: web de la editorial

Aunque Iván Ledesma es un autor prolífico y con una larga trayectoria a sus espaldas, A ambos lados del espejo es la primera de sus obras que leo. Y apuesto a que no será la última.

Lo primero que tengo que decir sobre esta novela corta es que se lee de una sentada, tanto por su brevedad como por su prosa sencilla y su absorbente trama. Vamos, ideal para una tarde de verano en la playa, en la piscina o en el sofá si hay tormenta. Pero que sea de lectura fácil no quiere decir que se trate de una novela «ligera» o superficial. Todo lo contrario: contiene mensajes trascendentes, exige cierto nivel de atención, sobre todo al final, y es capaz de suscitar interesantes reflexiones. Luego te comentaré las que me sugirió a mí.

La protagonista de la novela es Alicia, una mujer maltratada por su pareja, Roger. La historia comienza cuando, tras recibir una paliza casi mortal, ella se defiende y acaba con él de diecisiete puñaladas. A continuación, se presenta magullada y cubierta de sangre en comisaría y se entrega. Todo podría haber terminado aquí, de no ser por la intervención de cierto personaje y un espejo, que ponen el elemento fantástico en esta trepidante novela.

La referencia al personaje de Lewis Carroll y a su segunda entrega de las aventuras de Alicia es evidente. Pero, salvo guiños reiterados a lo largo de la novela, ahí acaba toda relación entre una y otra obra. Lo que sucede a continuación tiene elementos de thriller –hay una investigación policial, por supuesto, culpables que parecen inocentes e inocentes que parecen culpables–, aunque no es ese el principal interés de A ambos lados del espejo.

Lo que me ha resultado fascinante en esta novela es el juego de realidades alternativas o paralelas que propone Iván Ledesma. Lo que, a primera vista, parece la historia de una mujer maltratada –otra más en una lista maldita que no desaparece ni mengua– se convierte así en otra cosa: una reflexión sobre lo que podría haber sido y lo que fue; sobre personas que pueden ser mejores o peores y que se definen a sí mismas en cada paso del camino a través de las elecciones que realizan y de la manera en que deciden tratar a los demás.

Iván Ledema

También he disfrutado enormemente de la forma que ha elegido el autor para mostrarnos estas ideas. Realmente es como si la novela contuviera un espejo, y se nos mostrasen los dos lados del mismo, tal como el título promete. No quiero estropear la experiencia lectora de nadie, pero no me resisto a incluir un par de citas, sacadas de distintos momentos de la novela, para ilustrar esta idea:

¿Alguna vez has sentido que vas a morir?

No me refiero a cuando asumes tu propia mortalidad (…). Hablo de ti pensando: «Vale, me voy a morir aquí y ahora». Y asumiéndolo.

A ambos lados del espejo, pág. 19

¿Alguna vez has sentido la necesidad de matar a alguien?

No me refiero a cuando te mosqueas por alguna chorrada y de forma pusilánime e infantil piensas: «Es que te mataría» (…). Hablo de ti pensando fríamente: «Vale, me gustaría matarlo aquí y ahora». Y asumiéndolo.

A ambos lados del espejo, pág. 67

Con este hábil truco, además de una historia –en realidad, más de una– absorbente, la novela se convierte, de manera efectiva, en un inteligente juego de espejos, donde contemplamos a cada personaje y su reflejo. Incluso múltiples reflejos de algunos de ellos, como en un espejo roto.

Y esto me lleva a la reflexión que personalmente me ha sugerido la novela. ¿Alguna vez te has mirado al espejo y no te has reconocido? Yo, la verdad, no. Algunos de los personajes de Al otro lado del espejo son tan diferentes de su reflejo, que una se pregunta si las circunstancias y elecciones de la vida pueden llegar a cambiar tanto a las personas. A mí, personalmente, me gustaría creer que no. Pero también es cierto que soy lo que soy porque solo he vivido una vida, la mía, y no puedo saber quién sería si mi historia hubiese sido diferente. Pero bueno, después de leer a Iván Ledesma, me quedan cero ganas de pasar al otro lado del espejo y averiguar «qué hubiera sido de mi vida si…». Me da miedo lo que podría encontrar.

Como ves, Al otro lado del espejo es una novela corta, pero intensa. Además de un brutal grito de atención, no solo contra la violencia de género, sino contra todo tipo de abusos o toxicidad en las relaciones humanas, contiene un inteligente juego de espejos que ofrece al lector distintas versiones de una misma historia, como líneas temporales divergentes que, en un momento dado, se cruzan, con consecuencias inesperadas para los protagonistas. Además de entretener, tiene la capacidad de inducir al lector a plantearse preguntas, que es lo que, personalmente, me gusta encontrar en los libros.

Otras reseñas de interés:

Por Daniel P. Castrillón, en Boy with letters.

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