Veronica y el diablo: historia de un exorcismo en Roma (y retrato de toda una época)

  • Título: Veronica y el diablo. Historia de un exorcismo en Roma
  • Autora: Fernanda Alfieri
  • Editorial: cuatro lunas
  • Formato: rústica con solapas
  • Disponible en e-book: no
  • Nº de páginas: 433
  • Traducción: Erica Couto-Ferreira
  • Ilustración de cubierta: detalle de La pesadilla, de Johann Heindrich Füssli (dominio público)
  • Fecha de publicación: marzo de 2024
  • Fecha de lectura: agosto de 2024
  • Enlace de compra: Todostuslibros.com

Sigo ampliando el apartado de reseñas dedicado a los ensayos con este interesante libro de Fernanda Alfieri, profesora de la Universidad de Bolonia, historiadora e investigadora especializada en temas como la sexualidad en la Edad Moderna y la relación entre ciencia y religión. Si menciono el curriculum de la autora no es por rellenar espacio, sino porque su experiencia en estas líneas de investigación deja huella en el libro del que te voy a hablar: Veronica y el diablo. Historia de un exorcismo en Roma.

El tema central del libro es el caso real y documentado de Veronica Hamerani (1815-1883) que, ante la sospecha de posesión diabólica, fue sometida a un largo exorcismo durante los meses de diciembre de 1834 a junio de 1835. Durante ese período, la visitaron sacerdotes, médicos y otras «autoridades» de la época, sin que llegaran a ponerse de acuerdo entre ellos acerca del mal que aquejaba a Veronica. La autora de este ensayo pudo componer el relato gracias al celo de varias de aquellas personas, que registraron en una especie de diario lo sucedido en cada visita y sesión de exorcismo.

Pero Veronica y el diablo es un ensayo que va mucho más allá de la mera reconstrucción de unos perturbadores hechos acaecidos en el pasado. Su autora no solo desgrana también las vidas de prácticamente todas las personas implicadas, directa o indirectamente, en el exorcismo, sino que proporciona un retrato excepcionalmente detallado de la época: los movimientos revolucionarios y contrarrevolucionarios en Europa, las conflictivas relaciones de la iglesia de Roma en general y de los jesuitas en particular con gobiernos seculares de signo cambiante, la lucha contra el avance del protestantismo e, incluso, el apostolado católico en los recién independizados estados americanos.

Si eres lector o lectora friki, como yo, y vas buscando una historia parecida a la de El exorcista, de Blatty, solo que históricamente documentada, puede que encuentres ciertas similitudes en las citas literales del diario encontrado por Alfieri, pero también puede que te decepcione un poco el hecho de que el exorcismo en sí no sea, ni mucho menos, el tema central del libro. Personalmente, no he sentido tal decepción, sino más bien una grata sorpresa al descubrir todo lo que la autora ha conseguido a partir de un hallazgo casual –encontró el diario mientras buscaba otro documento en el Archivo Central de la Compañía de Jesús, en Roma–. Vamos por partes.

Las personas

Una parte importante del libro está dedicada a la investigación sobre las vidas de las personas que rodearon a Veronica durante el tiempo que duró el exorcismo. Empezando por su propia familia, no solo la directa y coetánea, sino desde sus orígenes, partiendo del antepasado que, procedente de Munich, se instaló en Roma, italianizando su apellido, y creó el negocio familiar. También resultará importante para el análisis que realiza la autora el desdichado destino de los siete hermanos y hermanas de Veronica: cinco de ellos murieron prácticamente al nacer o en la más tierna infancia y las dos restantes fallecieron a su vez muy jóvenes, antes de comenzar el exorcismo, una de ellas supuestamente «loca».

Alfieri también desgrana, con todo lujo de detalles, las vidas de los tres sacerdotes principales implicados en el exorcismo y de los médicos que la visitaron, con lo que consigue ofrecer una semblanza bastante razonable de la idiosincrasia particular de cada uno. Entendemos mejor el porqué de las posturas –a favor de la posesión diabólica o decididamente escépticas– adoptadas por cada uno de ellos, de las que hablaré más adelante.

Fernanda Alfieri

La época

Los hechos suceden durante el periodo de la Restauración Europea (1815-1848), con gobiernos absolutistas alineados con el papado en la mayoría de los países del viejo continente y la Santa Alianza velando por su continuidad en el poder. Sin embargo, las ideas liberales y revolucionarias siguen fuertemente asentadas en ciertos sectores de la población y los estallidos de 1930 estaban aún recientes en la memoria.

La iglesia de Roma, en general, y los jesuitas, en particular, están inmersos en una cruzada contra las ideas liberales y contra la libertad de pensamiento. No es de extrañar, después de la disolución de la Compañía y los largos años de exilio de muchos de sus miembros, entre los que se cuenta el padre Kohlmann, principal defensor de la posesión. Lo bonito de Veronica y el diablo es que nos enteramos de todas estas cosas siguiendo las vicisitudes de las vidas de los personajes. Los viajes y misiones apostólicas de Kohlmann durante su exilio son especialmente ilustrativos de los cambios vividos en Europa entre el final del siglo XVII y principios del XVIII.

Merece la pena mencionar también el gran esfuerzo de ambientación en la descripción de las escenas del libro, tal como la autora las imagina, si es que su concienzuda documentación deja lugar a la imaginación. Solo como ejemplo de lo que acabo de decir: en su celo por proporcionar al lector todos los detalles posibles, Alfieri llega al extremo de consultar los registros meteorológicos para las fechas de algunos acontecimientos, a fin de poder agregar ambientes a su narración, describiendo la intensidad de la luz, si llovía o estaba nublado. Un esfuerzo que hace la lectura de este ensayo mucho más vívida, como si se tratase de una novela.

Las hipótesis

Decía al principio de la reseña que el bagaje investigador de Alfieri y su interés concreto sobre las relaciones entre ciencia y religión tienen su impronta en Veronica y el diablo. A lo largo de sus páginas, encontramos no solo las diversas hipótesis que, en la época, trataron de explicar los ataques y el comportamiento de Veronica, sino sus fundamentos, según el estado del conocimiento científico de la época, según la doctrina cristiana o, incluso, según la superstición y el pensamiento mágico puro y duro, en función de quién aventura su opinión.

Así, la tesis originaria de la posesión demoníaca, cuyo primer y principal defensor es el padre Kohlmann, se enfrenta a las de otras personas con puntos de vista e, incluso, información diferente. Desde un problema de salud mental –con origen en el furor uterino insatisfecho por la castidad que la sociedad de la época esperaba de las mujeres solteras–, pasando por la sugestión religiosa, la cortina de humo para distraer la atención de algún otro asunto vergonzoso y hasta un maleficio o mal de ojo sobre toda la familia Hamerani.

Como ves, la ciencia y la religión, la razón y la fe, se enfrentan, como es de esperar, en el caso de la supuesta posesión de Veronica Hamerani. De este aspecto del libro me ha gustado especialmente la forma en que la autora me ha ido llevando hasta las conclusiones de cada uno de los implicados. No hay un capítulo dedicado a explicar cada una de las hipótesis, sino que a partir de las notas del diario e investigando hacia atrás, tanto en el estado del conocimiento como en las vidas de las personas –que no personajes–, poco a poco las conclusiones van surgiendo fruto de la lógica.

La perspectiva de género

Aunque el ensayo no tiene un enfoque de género manifiesto, sí que está salpicado de detalles que evidencian la alienación de la mujer en aquella época, sobre todo en los estados vaticanos, sometidos –más aún– a la rígida «moral» católica. Evidentemente, estos detalles no están ahí por azar, sino colocados con toda la intención. El ensayo contiene descripciones muy significativas del tipo de educación –casi diría represión– que el padre de Veronica estimaba adecuada para sus hijas; explicaciones sobre lo que médicos, filósofos y eruditos de la época opinaban de la naturaleza de las mujeres –mejor no lo reproduzco– y los males que las aquejaban; y, cómo no, los comentarios de la autora dejan traslucir su opinión al respecto.

En definitiva, Veronica y el diablo es un ensayo documentado hasta el mínimo detalle donde, a partir del exorcismo de Veronica Hamerani su autora no solo ofrece la historia del mismo, sino que lo enmarca en un fondo en el que se pueden contemplar las vidas de todas las personas implicadas y un retrato muy vívido de la época de la Restauración europea, con sus vaivenes políticos, religiosos y sociales. Totalmente recomendable tanto para amantes de la Historia como para lectores interesados en la realidad tras los exorcismos.

Por si quieres saber más del libro y de su autora, te dejo por aquí el enlace a la entrevista que le hizo Erica Couto-Ferreira –también historiadora y, además, traductora del libro– en Youtube.

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