Limítrofes: superhéroes y salud mental

Hoy te traigo Limítrofes, de Cristina Jurado. Y va a ser una reseña extraña, porque es un libro extraño. No sé muy bien si clasificarlo como novela o como una colección de relatos que componen una única historia, es decir, un fix-up.

Lo cierto es que varios de los capítulos que componen Limítrofes ya había tenido ocasión de leerlos. El que abre la novela fue publicado en 2022 en el tristemente extinto matreon de Crononauta con el título Muro. A su vez, el capítulo 9 aparece con el título Limítrofes en la antología de varios autores Obscura. Diez relatos (Obscura Editorial, 2020), que reseñé aquí. Y el capítulo 10 y último también tuve ocasión de leerlo hace un tiempo, bajo el título ProZaico, publicado en la antología argentina Pasadizo a lo extraño: antología New Weird Latinoamericana (Exégesis, 2019), si la memoria no me falla.

Como ves, es normal que tenga un pequeño lío en la cabeza, al leer como una novela una historia de la que ya conocía el final y el principio, pero no «lo del medio». En realidad, esto no es del todo cierto. Leí Limítrofes como lo que es, una historia con su comienzo, su desarrollo y su final, solo que con la extraña sensación de «recordar» en vez de «descubrir» las partes que ya habían sido publicadas.

Pero vamos al lío: ¿de qué va Limítrofes? Se podría decir que es una novela de superhéroes, aunque los personajes tengan mucho de súper y poco –o nada– de héroes. Lo que sí es cierto es que tienen «poderes», capacidades extraordinarias que los convierten en herramientas especialmente eficaces en determinadas situaciones. Y ahí está uno de los temas centrales de la novela, a mi entender: ¿pueden existir superhéroes en un mundo capitalista y mercantilizado como el nuestro? ¿O se convertirían en «bienes de mercado», dispuestos a utilizar sus habilidades para beneficio de quien pueda pagarlas? ¿Y si alguien se encargara de que no pudieran elegir?

El personaje principal, Muro o Lazlo, es captado por La Madriguera, una organización secreta dedicada a adiestrar y rentabilizar a individuos como él, con habilidades sorprendentes –ninguno vuela ni dispara rayos láser por los ojos–. La primera parte de la novela transcurre en el Nido, la escuela donde individuos extraordinarios como Muro aprenden a controlar sus dones y también son entrenados para adquirir otras capacidades letales. Nada que ver con la escuela para jóvenes talentos del profesor Xavier.

En realidad, los superhéroes están estrechamente ligados a la muerte, que es una actividad muy lucrativa y que la mayoría de las personas sueña con vencer.

Limítrofes, pág. 141

Sin embargo, no esperes una novela de acción, con arriesgadas misiones que pongan a prueba el aprovechamiento de las lecciones, llevando a los pupilos del Nido a sobrepasar sus propios límites o trabajar en equipo para, al final, salir victoriosos contra el villano de turno. Esto es lo que sucedería en un cómic o una película de Marvel y Limítrofes no se le parece en nada. Tampoco esperes personajes que se apliquen la conocida máxima «un gran poder conlleva una gran responsabilidad», como aconsejaría el asombroso Spiderman.

En cambio, a medida que avanza la novela, va tomando un cariz más oscuro y el tema central va girando hacia otro mucho menos fantástico: la salud mental y, en concreto, la depresión. Para mi gusto, uno de los valores principales de Limítrofes es la forma en que ahonda en la mente de Lazlo, el protagonista, desde que es un pilluelo desharrapado y un tanto solitario que vive en el subte –donde se hacinan todos los desechos e inadaptados de la sociedad– hasta que se convierte en uno de los agentes más solicitados de la Madriguera. El capítulo final es especialmente introspectivo y demoledor.

También quiero destacar otro aspecto original en la novela, y es el juego que Cristina Jurado nos propone con los personajes. No puedo comentarlo mucho sin hacer spoiler, pero dejo por aquí una pregunta que, probablemente, despertará tu curiosidad: ¿cuántos personajes aparecen en Limítrofes? Confieso que no estoy segura del todo de conocer la respuesta.

En definitiva, si te apetece una novela diferente sobre superhéroes, que te haga plantearte preguntas y al mismo tiempo contenga una historia oscura e introspectiva, Limítrofes es lo que necesitas.