Monje y robot: personajes entrañables en un mundo amable

  • Título: Monje y Robot
  • Autora: Becky Chambers
  • Editorial: Crononauta
  • Formato: rústica con solapas
  • Disponible en e-boook: sí
  • Traducción: Carla Bataller Estruch
  • Ilustración de cubierta: Sofía Sanz
  • Nº de páginas: 264
  • Fecha de publicación: marzo de 2023
  • Fecha de lectura: mayo de 2023
  • Enlace de compra: web de la editorial

Becky Chambers es una escritora estadounidense que ya no necesita presentación entre el público aficionado de nuestro país tras el éxito indiscutible de su primera novela, El largo viaje a un pequeño planeta iracundo (Insólita, 2018) y sus secuelas –Una órbita cerrada y compartida (Insólita, 2020), Record of a spaceborn few (Harper Voyager, 2018) y The galaxy, and the ground within (Harper Voyager, 2021), estas últimas aún no traducidas al castellano–. Fue, si mal no recuerdo, una de las primeras autoras en escribir ese tipo de ciencia ficción optimista que ha dado en llamarse hopepunk, y El largo viaje… se cita ya como una de las obras de referencia de este subgénero, además de ganar el premio Hugo a la mejor serie en 2019.

Monje y robot, el libro que edita ahora Crononauta, contiene dos novelas cortas en esa misma línea de ciencia ficción amable y optimista que busca despertar emociones positivas en el lector y reconfortarle, cuando no directamente reconciliarle con la especie humana.

Ambas novelas comparten mundo y protagonistas. De hecho, forman una bilogía que originalmente fue publicada en inglés en dos volúmenes independientes por Tor: Salmo por quienes se construyeron en la naturaleza y Plegaria por la timidez de los árboles. Como las historias se continúan, las resumo brevemente a continuación.

En la primera novela conocemos el planeta Panga, donde los robots han «despertado» y cobrado autoconciencia y decidido independizarse de los seres humanos, abandonando las fábricas y las ciudades para vivir en la naturaleza. Desde ese momento no ha vuelto a haber ningún contacto entre humanos y robots. Precisamente la historia comienza cuando le hermane Dex decide abandonar su monasterio e ir de pueblo en pueblo sirviendo té, tarea a la que se dedica con ahínco. A pesar de su éxito profesional, no encuentra la satisfacción que busca. Hasta que se topa con Onfalina, un robot con una misión: averiguar qué necesitan los seres humanos.

La narración se centra en el encuentro entre los dos personajes principales y cómo evoluciona la relación entre ambos a lo largo de un viaje con alguna que otra peripecia pero, sobre todo, lleno de diálogos. A través de sus conversaciones, Dex y Onfalina no solo avanzan en el conocimiento y la comprensión mutuas, sino que reflexionan sobre asuntos tan universales como el sentido de la existencia o tan propios de la ciencia ficción como la naturaleza última de las máquinas autoconscientes. También aprovecha la autora para presentarnos el mundo tras la Era de las Fábricas, cuando la humanidad, tras la desaparición de las máquinas que sustentaban todo su sistema productivo, ha logrado una reconciliación forzosa con la naturaleza, desarrollando una sociedad y una economía basadas en el equilibrio ecológico.

En la segunda novela, Plegaria por la timidez de los árboles, Dex y Onfalina comienzan a visitar pueblos donde le monje solía ofrecer el té y el robot hará su pregunta, causando sensación allí donde se presenta. No olvidemos que desde que los robots despertaron y abandonaron la civilización los humanos no habían vuelto a verlos, por lo que Onfalina se convierte en un personaje de lo más popular. En esta parte se intercambian los papeles entres les dos protagonistas: si en Salmo… el robot guiaba a le humane en la naturaleza, ahora es Dex quien ejerce de cicerone de Onfalina para ayudarle a comprender la sociedad humana. Y de todo ese contacto, mutuo y con terceros, les dos aprenderán importantes verdades.

Como ves, las dos novelas componen una única historia, por lo que me parece un acierto editorial publicarlas en un volumen único, que tampoco resulta excesivamente largo –tres horas y media de lectura según mi e-reader–. En realidad, se lee como si fuera una única novela estructurada en dos partes.

Becky Chambers

Quiero que vaya por delante que no soy especialmente aficionada al hopepunk en general, ni a Chambers en particular. De su obra previa solo he leído El largo viaje a un pequeño planeta iracundo y tengo que reconocer que me dejó un tanto fría, y nunca entendí el entusiasmo y la pasión que despertaba en otros lectores, algunos de ellos buenos amigos y con opiniones en general acordes con las mías respecto a otras obras. Mi principal objeción a aquella novela era que no pasaba nada.

Y, aunque en Monje y Robot tampoco pasa nada –incluso pasan menos cosas que en El largo vuaje...–, lo cierto es que me ha encantado. ¿Por qué? Pensando un poco, en mi opinión esta novela tiene tres fortalezas. La primera, y más evidente para mí, es la fuerza de sus personajes protagonistas, especialmente Onfalina. Su visión del mundo, totalmente ajena a la nuestra, su curiosidad por todo lo que tiene que ver con las sociedades humanas y su ingenuidad hacen de este robot un personaje entrañable, que estoy segura se convertirá en uno de los favoritos de los aficionados. Dex es un personaje algo más complejo, aquejado por dudas existenciales y un tanto huraño y obsesivo hasta que conoce a Onfalina. Pero le veremos evolucionar y resultará inevitable que despierte nuestra empatía.

En segundo lugar, los diálogos entre los personajes, que la autora aprovecha tanto para describir un mundo alternativo, con una sociedad no mercantilista, sino basada en la cooperación y la ayuda mutua y que ha aprendido de errores pasados en cuanto al respeto al medio ambiente, como para plantear cuestiones éticas, filosóficas o más especulativas: ¿Cuál es nuestro propósito en la vida? ¿Es necesario tener uno para ser feliz o sentirse meramente realizados? ¿De dónde nace la consciencia, tanto en humanos como en máquinas?

Por último, la tercera característica que me ha hecho disfrutar con esta historia es el sentido del humor del que hace gala la autora. Puede parecer que un libro casi totalmente basado en diálogos en los que se plantean cuestiones de calado tiene que resultar tedioso. Sin embargo, Monje y Robot resulta una lectura de lo más divertida, que en algunos momentos arranca auténticas carcajadas. No es un libro de humor, pero algunas de las situaciones y malentendidos entre Dex y Onfalina resultan francamente hilarantes.

Solo hay un elemento concreto del libro que no me ha convencido, pero únicamente porque soy economista y porque no hace tanto leí Walkaway, una vida por defecto (Capitán Swing, 2023), donde Cory Doctorow propone una idea similar en el mundo andante que, en mi opinión, resulta más verosímil. Me refiero a los nitos –abreviatura para «granitos de arena»– que se utilizan en Panga como retribución por servicios o favores realizados a otras personas y sobre los que Dex insiste en que no son dinero. Tal como los describe, sí son dinero. Pero esto son apreciaciones quisquillosas de una profesora de Economía que otros lectores seguramente pasarán por alto y que a mí no me han estropeado el disfrute general de la obra.

En resumen, Monje y Robot es un libro que, sin duda, gustará a los amantes del hopepunk y a los incondicionales de Becky Chambers. Los que prefieran un poco más de acción en las novelas también deberían animarse a leerlo, porque encontrarán personajes entrañables, momentos de reflexión y otros de humor, además de una propuesta de sociedad sostenible no mercantilista, quizás un tanto ingenua, pero que desde luego supone un respiro –como anuncia la autora en la dedicatoria de la primera novela– entre tanta realidad y ficción apocalípticas.

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