Asimilación: el futuro y la memoria histórica

Asimilación es la tercera novela que publica Eva G. Guerrero con Apache Libros, tras Huella 12 (2020) y Planeta Olvido (2022) y supone también su retorno a la ciencia ficción, esta vez con una trama abiertamente noir pero que también coquetea con la política-ficción y toca temas de profundo calado.

La historia se desarrolla unos pocos años en el futuro y el mundo que nos presenta la autora tiene poco y al mismo tiempo mucho que ver con nuestro presente. Tras una cruel y sangrienta dictadura de derechas como las que gobiernan en gran parte de Europa y que forman lo que se conoce como la Coalición, España vuelve a ser una democracia desde hace unos pocos años. La cúpula de la dictadura y sus familias viven entre lujos y oropeles en los territorios neutrales del Consenso. Nuestra protagonista, Marlín, es una de ellos. Nieta del ministro de Asimilación y brazo ejecutor del régimen, responsable de los campos de reeducación, las torturas y las desapariciones, vive dividida entre el amor al hombre que para ella fue un cariñoso abuelo y su rechazo al monstruo.

La trama principal comienza cuando Marlín se enamora de César, el cazador de nazis que aparece en el hospital donde el exministro vive sus ultimas horas en la unidad de cuidados intensivos, para llevarle ante la justicia de la España democrática.

Este planteamiento propicia interesantes temas de reflexión en el lector, bajo el velo de una historia de amor aparentemente imposible: ¿puede la nieta de un torturador amar y ser amada por el hijo de una víctima de la tortura? ¿Tiene algún sentido la bíblica sentencia, según la cual Jehová «castigará la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y la cuarta generación» (Números 14:18)? Pero es que la Biblia también dice que «los padres no morirán por sus hijos, ni los hijos morirán por sus padres; cada uno morirá por su propio pecado» (Deuteronomio 24:16). En realidad, podemos abstraernos de todo el romanticismo de la novela, incluso de las sentencias bíblicas, y hacernos las siguientes preguntas: ¿cuándo llega el momento del perdón, si es que llega? ¿Es posible dejar atrás el pasado? ¿Es recomendable? Como ves, a pesar de estar ambientada en un futuro imaginario, Asimilación plantea temas de absoluta actualidad.

Aunque la relación entre Marlín y César es un elemento importante en la novela, el auténtico nudo va mucho más allá e incluye elementos clásicos de la ciencia ficción aunque presentados de forma novedosa. Cuando César sufre un grave accidente que le deja físicamente muy débil, la pareja se traslada a la mansión familiar que fue propiedad del abuelo de Marlín, donde cuentan con la asistencia de Lupín –atención al homenaje en la elección de este nombre–, el androide personal de la protagonista, regalo de su controvertido abuelo. En este entorno, a la vez fuente de dulces recuerdos y escenario de intrigas y reuniones de nefastas consecuencias, Marlín se enfrentará a un sutil cambio de personalidad de su marido y a oscuros descubrimientos sobre el pasado de su familia con implicaciones sobre la política de su presente. Y hasta aquí puedo contar.

La propia trama tiene el interés y la intriga suficientes para mantener atrapado al lector. Además, Eva G. Guerrero juega de forma muy hábil con los tiempos narrativos, comenzando la novela desde prácticamente el final y narrando los hechos como un largo flashback intercalado de grabaciones, a modo de diario, que nos dejan adivinar las emociones y reflexiones de la protagonista, aparte de intuir, sin llegar a adivinar, lo que puede estar ocurriendo.

Más allá de la trama y el tema de fondo de esta novela, creo que hay rasgos importantes a destacar: la cuidada y elegante prosa que cultiva esta autora, de la que ya tenemos muestras suficientes en sus novelas anteriores, y la profundidad psicológica en el personaje de Marlín.

Respecto al primero de los rasgos, Guerrero se luce especialmente en las descripciones de lugares y paisajes, que logran crear el ambiente adecuado en cada escena. El ejemplo más evidente es el retrato que hace de la villa donde se desarrolla la mayor parte de la historia, Casa Tornés, situada en el Alt Ampordá, y que podemos leer en las primeras páginas del libro:

La fachada parece construida de calaveras y huesos y, sin embargo, es tan bonita de ver como la alegría. Se debe a los colores brillantes del antiguo trencadís, a lo orgánico de las formas sinuosas, suaves, de sus balcones, de su tejado, sin esquinas que la fracturen, como un mar sin rompientes.

Asimilación, pág. 9

En cuanto al personaje protagonista, se trata de una mujer joven que desde niña ha vivido una relación especial con su abuelo, al que adora, incluso hasta el punto de soslayar a su propio padre, y que ya de adulta debe enfrentarse a la dura realidad de los crímenes cometidos por su mentor. Esto es al principio de la novela, porque a medida que avanza la trama, irá descubriendo cosas aún peores. El caso es que la vemos crecer, evolucionar, desde ser una nietísima sobreprotegida, que ha llegado a forjar un duro caparazón para luchar contra el rechazo que provocan sus apellidos fuera de su restringido círculo, hasta convertirse en una mujer fuerte, capaz de vencer al mal, aunque se encarne en personas muy amadas.

En definitiva, Asimilación es una novela de ciencia ficción con una trama de investigación y misterio que incluye la dosis justa de romanticismo, conspiraciones políticas, una historia de superación personal y una reflexión sobre la memoria histórica.