
- Título: NETZ
- Autor: David Nel
- Editorial: Distrito93
- Formato: rústica
- Disponible en e-book: sí
- Nº de páginas: 406
- Fecha de publicación: julio de 2022
- Fecha de lectura: julio de 2022
- Enlace de compra: web de la editorial
Hoy te traigo la reseña de NETZ, la tercera novela de David Nel, autor que ya me hizo pasar muy buenos ratos con su primera obra, Alba infinita (Punto Rojo, 2015), de la que te hablé aquí.
En aquella ocasión, Nel nos proponía un viaje a un futuro cercano marcado por el cambio climático y la escasez de recursos naturales y nos contaba las historias convergentes de personajes variopintos, muy bien caracterizados, haciendo gala de un humor irónico y socarrón. Esta nueva novela, NETZ, también se desarrolla en un futuro que se adivina no muy lejano, aunque la historia se centra en solo dos personajes principales y las cuestiones de fondo son bastante diferentes a las que planteaba Alba inifinita.
Aparte de la trama –interesante, narrada de forma ágil, amena, con mucho sentido del humor y algún que otro giro sorprendente– creo que en NETZ hay que destacar también la caracterización de los personajes y eso que siempre le pedimos a la buena ciencia ficción: la anticipación de cuestiones que podrían plantearse en el futuro mediante una extrapolación científicamente creíble a partir del presente. Vamos por partes.
Los personajes
Como decía, esta novela tiene dos protagonistas: Sergio Peralta e Ina Lehmann, español de origen senegalés él, alemana de origen español ella. Y a los dos apetece abofetearlos en algún momento de la novela.
Sergio es una exfigura del tenis español, de ascenso tan fulgurante en su momento como estrepitosa y rápida caída en desgracia. A pesar de sus orígenes africanos, es racista y xenófobo, además de homófobo, ludópata, alcohólico y de derechas. «Escoria humana», le han llamado alguna vez, y él está de acuerdo. Esta franqueza llana y su humor socarrón y autoparódico al narrarnos sus aventuras en primera persona son los únicos rasgos que lo hacen soportable. Eso, y un punto de nobleza que, al parecer, late en el fondo –pero muy en el fondo– de su corazón.
Ina es una enfermera residente en Bonn, sumisamente casada con un maltratador y madre sobreprotectora de un niño con problemas –graves– de acoso escolar. Aunque presentarla así la hace más digna de lástima que de otra cosa, te aseguro que en algún momento sentirás ganas de darle una bofetada, en este caso para que espabile, porque comete errores de libro. Claro que, visto desde fuera, todo parece más fácil.
A pesar de ser tan antiheroicos los dos protagonistas, llegarás a empatizar con ellos. Les verás cometer errores y sufrir las consecuencias, pero también alzarse, rebelarse y luchar cuando parece que todo está en su contra, alcanzando cotas de grandeza aparentemente insospechables, dados sus antecedentes.

La anticipación
Decía que muchos lectores de ciencia ficción valoramos en cualquier obra de este género que nos haga reflexionar sobre lo que podría suceder en el futuro, ya sea en el campo científico, tecnológico, social, político o de cualquier otra índole, a partir de las señales que ya pueden observarse en nuestro presente. A pesar del tono ligero y de la intención claramente humorística de NETZ, la novela también contiene esa mirada crítica y de anticipación que tanto nos gusta.
Son dos los temas que aparecen en la novela y que podemos rastrear hasta nuestro presente, donde tenemos ya señales claras del cariz que, llevados al extremo, pueden llegar a tomar. Y no son otros que el auge de las casas y webs de apuestas on line y el desarrollo vertiginoso de los dispositivos electrónicos de uso personal, ambos extremos ingeniosamente enlazados por David Nel en este libro.
Seguro que en tu ciudad también han empezado a proliferar, desde hace unos años, los locales de apuestas y, con ellos, la polémica sobre su regulación, sobre todo respecto al acceso de menores de edad. Las apuestas deportivas por Internet tienen ya una larga historia en España, desde su legalización en 2006. El verdadero problema no es la cantidad, excesiva o no, de casas y webs de apuestas, sino la ludopatía, trastorno que existe desde siempre –todos hemos visto algún parroquiano o parroquiana dejándose el sueldo del mes en la máquina tragaperras del bar del barrio– pero que se puede ver muy agravado por la facilidad e inmediatez del acceso que permiten las nuevas tecnologías.
Por otro lado, el conocimiento técnico que David Nel desarrolla hacia el futuro de forma bastante verosímil tiene que ver con los dispositivos electrónicos de uso personal y sus posibles aplicaciones. En la novela todo el mundo utiliza asistentes personales inteligentes que llevan consigo a todas partes, integrados en unas gafas que incorporan cámara y conexión a la red. Los asistentes, evidentemente, están ahí para facilitar la vida de las personas, pero las gafas y todas sus funcionalidades pueden ser objeto de usos muy diferentes.
¿Y cómo se unen estos dos temas? Precisamente en las posibilidades que el autor ha imaginado para esas gafas todoterreno, que lo mismo te planchan un huevo que te fríen una camisa. Piensa en la cantidad de información que compartimos a diario solo por utilizar nuestro teléfono móvil en algo tan aparentemente inocuo como buscar un sitio donde comer cerca de nuestra ubicación, o al usar las redes sociales para compartir nuestras buenas o malas experiencias. Ahora exagéralo hasta el extremo añadiendo unas gafas inteligentes que graban todo lo que ven –ves–, y la referencia –explícita en el libro, por otro lado– a los reality shows en general y a la película El show de Truman (Peter Weir, 1998) en particular es inevitable. Pero con apuestas. Y empujoncitos.