
- Título: Carcoma
- Autora: Layla Martínez
- Editorial: Amor de Madre
- Formato: rústica con solapas
- Nº de páginas: 138
- Disponible en e-book: no
- Ilustración de cubierta e interiores: Victoria Irene Borrás Puche
- Fecha de publicación: noviembre de 2021
- Fecha de lectura: julio de 2022
- Enlace de compra: web de la editorial
Ya se ha abierto el plazo para la votación final de los Premios Ignotus 2022 y conviene haber leído la mayor cantidad posible de obras finalistas para poder votar con conocimiento de causa. Como reconocía en la entrada que dediqué a mis recomendaciones, he leído muy pocas novelas cortas publicadas en 2021, así que tenía que subsanar esa carencia. Entre las finalistas, elegí Carcoma, de Layla Martínez, porque tenía muy buenas referencias y, por qué no decirlo, creo que ha sido todo un bombazo, al menos para los estándares de las editoriales independientes de literatura de género: mi ejemplar pertenece a la 42ª reimpresión y en la faja –¡llevaba faja!– anunciaba la nada despreciable cifra de «más de 5.000 ejemplares vendidos en menos de cinco meses».
Después de leer esta novela corta –o devorarla de una sentada– no me extraña el éxito que ha tenido. Ha sido una de mis mejores lecturas en lo que va de año y, sin duda, será mi primera opción en la papeleta de voto. Te cuento por qué me ha gustado tanto.
La historia
Carcoma nos narra la historia de cuatro mujeres pertenecientes a otras tantas generaciones de una misma familia. Las cuatro han visto sus vidas marcadas por la tragedia, pero sobre todo, por la pobreza, por su condición de mujeres y por su pertenencia al bando perdedor de todas las guerras: el de los más desfavorecidos. En el origen de la familia se encuentra la ominosa figura del abuelo, un hombre sin escrúpulos que consiguió medrar en una sociedad corrupta mediante la explotación sexual de mujeres indefensas. Estos oscuros orígenes marcarán para siempre las vidas de las féminas de esta familia, prisioneras de una casa construida sobre el sufrimiento y entre cuyas paredes se arrastran las sombras, fantasmas de aquellos que, en vida, solo encontraron miseria y dolor. Y claman venganza.
La novela sigue una estructura no lineal, con abundantes saltos temporales y veladas referencias a hechos del pasado, con lo que consigue crear en el lector la necesidad de seguir leyendo para descubrir qué ocurrió y qué relación guarda con lo que está ocurriendo. Por otro lado, la narración de las vidas de las cuatro mujeres de la familia se entreteje de forma inseparable con la historia reciente de nuestro país y, en particular, con la Guerra Civil, sus preliminares y los cuarenta años de dictadura represora que la siguieron.
El trasfondo
Carcoma es una novela que deja una sensación ciertamente incómoda, capaz de remover hasta las conciencias más pusilánimes. Habla de rencor y de sed de venganza, que es la carcoma que corroe a las mujeres protagonistas, pero también de injusticia, desigualdad, abuso y marginación, que son las carcomas que corroen nuestra sociedad desde siempre.

Las protagonistas de esta historia son víctimas de varias clases de maltrato: son discriminadas como mujeres en una sociedad patriarcal, despreciadas por ser pobres y «de pueblo» en un mundo cada vez más urbanizado y sometidas, por necesidad, a los caprichos de la clase más pudiente. La autora, a través de las palabras de sus personajes, muestra todas estas desigualdades de forma descarnada, sin eufemismos ni paños calientes. Por este motivo el lector o lectora probablemente empatizará con las narradoras pero, al mismo tiempo, no podrá evitar horrorizarse ante sus acciones, tan crudamente expuestas como sus motivos. Como decía, el mensaje es ciertamente perturbador.
La memoria histórica, junto al tropo fantástico de la casa encantada, es otro de los grandes temas que definen a esta novela. Los espíritus de aquellos cuyos cuerpos yacen olvidados en las cunetas, sepultados en cuevas o en ignotas fosas comunes rondan a las mujeres de la familia, interaccionan con ellas convertidos en sombras que habitan su casa –esa casa que «no era un regalo, era una maldición»–, se les meten dentro y se convierten en una parte fundamental de esta oscura historia.
El estilo y el tono
Tanto la historia que nos cuenta esta novela como el incómodo poso que deja son, de por sí, suficientes para que el libro merezca la pena. Pero creo que la forma que ha elegido la autora para transmitir su mensaje es lo que lo convierte en una obra brillante. Carcoma tiene dos narradoras: una joven que regresa a la casa familiar y su abuela, que nunca ha salido de ella. Las dos se contradicen o desmienten a veces, otras se refuerzan mutuamente, rompiendo de vez en cuando la cuarta pared e interpelando directamente a los lectores. El lenguaje y la sintaxis, incluso los signos de puntuación, se ponen totalmente al servicio de crear una sensación concreta: la de no estar leyendo un libro, sino escuchando directamente a una persona –a veces a la nieta y a veces a la abuela.
Esta forma de escribir le da a la novela un cierto matiz costumbrista, aunque en absoluto colorido y amable, sino más bien oscuro y ácido. Por otro lado, la naturalidad con que ambas narradoras se refieren a las sombras, a los santos y a sus apariciones la conectan con lo que se ha dado en llamar realismo mágico. En concreto, la fórmula del monólogo interior o dirigido a oyentes imaginarios –los lectores– y los diálogos narrados sin guiones ni acotaciones me hicieron recordar El otoño del patriarca, de García Márquez, uno de los libros de este autor que más disfruté, por lo sorprendente, en su día.
Como curiosidad, el primer capítulo de esta novela se publicó, con el título de El hilo, en Cuadernos de Medusa Vol. III (Amor de Madre, 2020) y puedes escucharlo, locutado por June Curiel, en el podcast Noviembre Nocturno.
En resumen, una novela corta que habla crudamente de injusticia, rencor y venganza, de ser mujer, pobre y de pueblo en un mundo urbanizado y dominado por los hombres y por los pocos que tienen el dinero y el poder. La trama, el tema y la forma, además, se entrelazan en un resultado, sencillamente, brillante.
Otras reseñas de interés:
Daniel Pérez Castrillón en Boy With Letters
Román Sanz Mouta en Dentro del Monolito
¡Hola! Hace poco leí esta novela y me paso lo que dijiste, me dejo un poso incomodo, es una novela muy visceral y creo que no es para todo el mundo a pesar de usar un lenguaje muy accesible justamente por las sensaciones que evoca. ¡Saludos!
Pues la verdad es que sí, deja esa incomodidad, que pienso que es intencionada. No es para todo el mundo, claro. Quien no suela leer terror y busque más bien lecturas amables, se sentirá defraudado. ¡Pero para eso están las reseñas! Muchas gracias por tu comentario, no son tan frecuentes como me gustaría 🙂
Si los comentarios no abundan en esta plataforma desde hace un tiempo es una lástima. En mi caso no me gusta comentar a no ser que pueda aportar algo. Pero trataré de hacerlo más seguido. ¡Saludos!