El dárico gris: inicio de saga de fantasía épica

Hoy te traigo la primera novela de Eva Amuedo y primera publicación de fantasía épica de Obscura Editorial. Desde que se anunció el lanzamiento de este libro tuve muchísimo interés en leerlo, porque no conozco tantas autoras españolas que escriban fantasía épica. Algunas de las obras de Mariela González o de Virginia Pérez de la Puente podrían encajar en esta etiqueta, pero La última primavera, de Concha Perea, data ya de 2017 y El azor y los cuervos, de Aranzazu Serrano, de 2018 –de las dos estamos esperando continuación en breve–. Desde entonces, y aunque suelo buscar expresamente novelas de todos los géneros fantásticos escritas en castellano por autoras, no había tenido noticia de ninguna que se pudiera clasificar claramente como fantasía épica. Y estamos en 2022.

Así que empecé la lectura con mucha curiosidad en cuanto llegó a mis manos. La sinopsis nos habla de dos mundos en los que habitan los humanos: Asthaluss, que sería la Tierra tal como la conocemos, y Muriath, el mundo imaginado por Eva Amuedo en el que conviven humanos, otras razas, dioses y criaturas fantásticas.

La premisa de la que parte la historia no es precisamente la más original, la hemos leído antes en muchas novelas: Alhanna, una joven humana, es transportada desde Asthaluss a Muriath, donde esperamos que se vea envuelta en múltiples aventuras para al final, quizás, regresar a su mundo. O quizás no. Y es que El dárico gris se aleja pronto de las historias más tradicionales de portales mágicos y mundos paralelos para enredar a su protagonista y al lector en una trama mucho más ambiciosa y compleja, en la que intervienen leyendas, criaturas ancestrales, profecías expresadas a través de sueños y donde casi todos los personajes son más de lo que aparentan.

Aunque la historia es única, la narración se va centrando de forma alterna en varios personajes y lugares. El lugar central lo ocupa el accidentado viaje de Alhanna junto a un grupo de dáricos –una de las principales razas que pueblan Muriath– en el que no solo irá conociendo el mundo al que ha ido a parar, sino que también descubrirá aspectos de sí misma que desconocía y que la pondrán en el ojo de un huracán de intereses cruzados y de las más diversas conspiraciones.

Por otro lado, los humanos de Muriath tienen sus propias preocupaciones: soplan vientos de guerra, hay una revolución fraguándose en la sombra y algunos claman por la elección de un único rey que consiga unir a todos los humanos bajo un mismo mando, sustituyendo al consejo de ancianos tradicional.

Por último, los kalastys, otra de las razas de Muriath, enemigos tradicionales de dáricos y humanos –que tampoco es que sean especialmente amigos entre sí–, reciben órdenes de una poderosa y misteriosa dama roja, que tiene sus propios planes para Alhanna.

La novela tiene todos los ingredientes de las buenas historias de fantasía épica, incluso yo diría que algunos propios del grimdark. Hay luchas por el poder y conspiraciones políticas, distintas razas fantásticas conviven en el mundo, el destino de los personajes no depende únicamente de sus decisiones, sino también de seres sobrehumanos que mueven los hilos desde las sombras, hay capacidades extraordinarias que no todos dominan… Pero también se describen las batallas –o más bien sus resultados– con descarnada crueldad y la mayoría de los personajes son lo bastante ambiguos desde el punto de vista moral para que cualquier sospecha de maniqueísmo quede totalmente descartada.

Por otro lado, la prosa de Eva Amuedo, directa y efectiva, y la profusión de diálogos hacen que la lectura resulte fácil y que las más de quinientas páginas de la novela se puedan ir deglutiendo sin apenas esfuerzo. Quizás la única dificultad que se puede una encontrar en la lectura sea la profusión de personajes y lugares con nombres complicados pero, muy previsoramente, el libro incluye al final tanto una guía de personajes –que, para mi desgracia, descubrí solo al terminar de leer– como un glosario de términos específicos que no resulta tan necesario, pues el contexto permite adivinar sin problemas los significados.

Al terminar de leer esta novela y empezar a pensar en esta reseña, me doy cuenta de que tengo sentimientos encontrados. Por un lado, como te comentaba antes, analizada objetivamente, tiene todos los elementos que me hacen disfrutar una historia de fantasía épica. Más aún, a lo largo del libro la autora va dejando caer pellizcos de información que siembran la duda sobre la auténtica naturaleza de los dos personajes principales, entre otros. El misterio, la intriga y las ganas de seguir leyendo para averiguar quiénes son realmente Alhanna y Kishur –el dárico gris– y qué interés tienen en ellos todas las fuerzas sobrenaturales que intervienen en distintos momentos están servidas en bandeja de plata. Así que, en este sentido, mis felicitaciones a la autora.

El otro sentimiento, que contradice al anterior, es un cierto grado de frustración. Y es que El dárico gris, literalmente, te deja con las ganas. Es el primer volumen de una saga más amplia, y eso lo sabía cuando empecé a leer. Y, como primer libro de cualquier saga que se precie, tiene que presentar el mundo y a los personajes, claro que sí. Pero lo hace de tal forma que todos los interrogantes –y hay unos cuantos– quedan abiertos. Como estrategia comercial, es la bomba. Si lees este libro tendrás que leer los siguientes, no te quedará más remedio. La buena noticia es que probablemente no habrá que esperar mucho, porque según la nota biográfica de la solapa, la autora «está revisando el resto de libros que componen la saga». Revisando, no escribiendo. El problema que le veo es que quizás muchos lectores decidan esperar a que la saga esté completa para leerla, lo cual, paradójicamente, podría poner en peligro su finalización. Esperemos que no sea así y que la editorial publique el resto de tomos sin mucha demora.

En resumen, El dárico gris es un principio de saga que promete grandes satisfacciones a los amantes de la fantasía épica y el grimdark, pero que, de momento, se queda en promesa, pues abre multitud de interrogantes que deberán cerrarse en próximas entregas.