Eternamente, en pedazos: lo inefable y lo cotidiano

  • Título: Eternamente, en pedazos
  • Autor: Kurt Fawver
  • Editorial: Dilatando Mentes
  • Formato: rústica con solapas
  • Disponible en e-book: no
  • Nº de páginas: 248
  • Traducción: José Ángel de Dios
  • Ilustración de cubierta: Ah Taut
  • Fecha de publicación: junio de 2023
  • Fecha de lectura: julio de 2023
  • Enlace de compra: web de la editorial

Esta es una de esas ocasiones en que los deseos lanzados al viento –o a la red digital, que para el caso es lo mismo– se hacen realidad. A principios del pasado 2022 reseñé aquí la antología anual de Marcheto, Cuentos para Algernon, Año IX, que incluye un cuento de Kurt Fawver: Colecciones especiales. Era la primera vez que leía algo de este autor y fue uno de mis relatos favoritos de esa antología. Así que en aquella reseña lancé mi deseo de poder leer algo más de Fawver. Y, como por arte de magia, un año después Dilatando Mentes publica Eternamente, en pedazos, la primera colección de relatos del autor, tanto en inglés –publicada originalmente en 2013 por Villipede Publications con el título Forever, in pieces – como en español.

Y, cómo no, vengo a decir que me ha encantado y a contarte por qué con un poco de detalle. Esta vez tengo muy fácil lo de encontrar un tema general, un hilo conductor para todos los cuentos de la colección, porque el propio autor lo revela en su breve introducción. Así que procedo a citarlo:

La mayoría de mis historias siguen girando en torno a la confrontación entre gente absolutamente corriente y lo absolutamente insalvable. (…) la mayoría de relatos de esta colección giran en torno a la idea de «para siempre» o «eternidad».

Kurt Fawver, Presentación de Eternamente, en pedazos.

Estando sobre aviso, gracias al texto introductorio, es fácil constatar que sí, que el concepto de lo eterno está presente en casi todos los relatos. Pero también otros conceptos igualmente inasibles y potencialmente espantosos cuando el ser humano debe enfrentarse a ellos, como «la nada», «el todo» o «el vacío». Y he encontrado también otros elementos recurrentes que me han dado la idea para la estructura de esta reseña. Vamos allá.

El terror en lo cotidiano

La gran mayoría de los relatos parten de situaciones completamente anodinas por su normalidad, pero siempre incluyen un giro hacia lo insólito, lo oscuro o lo directamente aterrador. O bien incluyen lo insólito, extraño o aterrador en la normalidad cotidiana de sus personajes, consiguiendo así un efecto aún más perturbador.

Como ejemplo del primer tipo de relatos, creo que encaja bien Nacimiento. Comienza con un hombre que espera en el hospital a que su mujer dé a luz en un parto que se prevé complicado y termina siendo una cesárea. Todo muy normal, hasta que el nacimiento se produce. A partir de ahí, no te contaré lo que ocurre, pero nuestro protagonista se enfrentará a una decisión nada fácil: vivir una mentira o aceptar una realidad insoportablemente aterradora.

En la segunda clase de relatos, donde lo insólito se asume como cotidiano desde el principio, mencionaré Para los que no están hechizados y Con cuatro es suficiente. En el primero, una pareja está obsesionada con tener un fantasma en su casa. Todas las casas del barrio, todos sus vecinos tienen uno y ellos no. Lo terrible es lo que estarán dispuestos a hacer para conseguir su objetivo de integrarse y ser como los demás. En el segundo, un joven y prometedor estudiante de física teórica tiene problemas para pagar su matrícula universitaria. La solución consiste en vender partes de su cuerpo para consumo de otras personas con mayor poder adquisitivo. Narrado en primera persona, resulta estremecedor el seguir los pensamientos y dudas del protagonista y termina presentando lo que llamaría una sociedad canibalista (caníbal y capitalista).

Otro de mis favoritos en este epígrafe es El binarismo debe prevalecer: una breve historia, donde se nos narran las dificultades con que se encuentran los humanos cuando, inesperadamente, los muebles toman conciencia. Y reclaman sus derechos. Divertido y terrorífico a la vez.

Kurt Fawvwe

Los hombres carmesíes

Aunque no es precisamente un «tema» de relato, los hombres carmesíes sí constituyen un elemento recurrente en varios de los cuentos. En cada uno desempeñan un papel ligeramente distinto, pero en todos se antojan presencias perturbadoramente poderosas, con conocimientos y objetivos que trascienden lo meramente humano. Así que yo los interpreto como una metáfora de lo que es eterno, inamovible y superior a la raza humana, sea esto lo que sea.

La primera vez que nos encontramos con un hombre carmesí en esta colección es en el relato Envuelto para regalo, donde la referencia a Santa Claus es evidente. Aunque, desde luego, no se trata de un ancianito bonachón, sí que hace regalos, pero unos bastante especiales.

Volvemos a encontrarlos en el brevísimo Teoría crítica, como inflexibles maestros-torturadores de una niña obligada a leer un libro hasta entender su significado. Y, por último, en otro de mis cuentos favoritos de la colección y uno de los más largos, pues en realidad contiene tres historias, Érase que se era… Aquí los hombres carmesíes se despojan de su envoltura sobrenatural para encarnarse en humanos fanáticos, sacerdotes de una nueva deidad implacable que ha sustituido o absorbido todas las religiones humanas. Las tres historias que contiene son las de tres personajes que se rebelan contra el recién impuesto totalitarismo del nuevo dios implacable. Pero puede que exista algo aún más inefable. Me ha encantado por la mezcla que consigue entre relato postapocalíptico y cuento tradicional, y por ese giro final hacia algo aún ¿peor?

El fin del mundo

Son dos los cuentos donde se nos describe abiertamente el fin del mundo y hay un tercero donde solo se sugiere. Que los viejos conocidos sean olvidados nos presenta un fin del mundo perfectamente orquestado y dirigido, pero contiene además algo semejante a la idea del eterno retorno de los estoicos. Por su parte, Relámpago nos cuenta cómo el apocalipsis sorprende a un prometedor jugador de béisbol cuando está a punto de cumplir su sueño de jugar en las ligas principales del país. Siempre hemos pensado que el fin del mundo es algo muy lejano y que, de producirse, les tocará a generaciones posteriores. Así que, siguiendo con nuestros planes y centrándonos en nuestras rutinas, seguramente no nos afecte (spoiler: no).

Por otro lado, el supercorto Breves momentos de reposo antes de una muerte espantosa y segura narra precisamente eso: los últimos momentos de un hombre que ve cómo su muerte, y puede que la del resto del mundo, se acerca inexorable. Impactante.

Y lo más weird

En este apartado comentaré los relatos que parten de premisas más extrañas y que me han resultado más difíciles de interpretar, lo cual no significa que no los haya disfrutado. De hecho, el primero de ellos, que abre la colección, es uno de mis favoritos, por su tono entre melancólico y desesperanzado y por la fuerza de sus imágenes. Olas que llegan desde tierras lejanas también parte de una situación bastante cotidiana: unas vacaciones familiares en la playa. Pero un extraño fenómeno relacionado con el mar sorprende al protagonista y al mundo en general. No puedo contar más. Eternamente, en pedazos, cuenta la historia de un retraído adolescente que comienza a recibir cartas de San Valentín cada año, cada una de ellas acompañada de un pedazo de su anónima amada. Con el tiempo, ¿llegará a tenerla entera? ¿Y entonces…?

Acariciando un hocico invertido presenta a un hombre que vive aislado en un sótano, aquejado de fobia social. El protagonista encuentra su única compañía y consuelo en un perro que se vuelve del revés. Literalmente. A pesar de lo extraño y potencialmente repugnante de sus descripciones, no pude evitar disfrutar de la ternura entre el protagonista y su perro. Por último, Culminación describe una extraña forma de reproducción humana que se extiende como una plaga.

Como siempre, la edición de Dilatando Mentes, además de ilustraciones alusivas a cada relato, incluye una breve sección final de referencias literarias y cinematográficas, que siempre me gusta consultar para cotejarlas con las mías propias.

En definitiva, Eternamente, en pedazos es una colección de relatos que te llevarán por un amplio espectro de emociones, a veces contradictorias, siempre entremezcladas. El miedo, la repulsión, la ternura, el asombro, la tenue sonrisa y, sobre todo, la empatía con cada protagonista. Porque podrías ser tú. Podría pasarte a ti. ¿Y qué podrías hacer, de estar en tal situación?

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