
- Título: Una palabra mortal (Impossible Times I)
- Autor: Mark Lawrence
- Editorial: Red Key Books
- Traducción: David Tejera
- Formato: rústica con solapas
- Disponible en e-book: próximamente
- Nº de páginas: 248
- Ilustración de cubierta: Andrés Sáez
- Fecha de publicación: marzo de 2022
- Fecha de lectura: abril de 2022
- Enlace de compra: web de la editorial
Hoy te traigo una novela totalmente disfrutable y palomitera. Leer Una palabra mortal es como ir al cine a ver Regreso al futuro, Terminator o Ready Player One. Sabes que vas a pasar un buen rato, así que te acomodas, te relajas y te preparas para disfrutar sin preocupaciones.
La verdad es que la novela no empieza de forma precisamente alegre, con el protagonista recibiendo una devastadora noticia sobre su estado de salud, y con las primeras escenas desarrollándose en la sala de pediatría de un hospital. Pero es solo el comienzo y, aunque la enfermedad es una espada de Damocles que pesa sobre el personaje durante todo el libro, no es el tema central de la novela, aunque sí tiene su papel en la trama, por supuesto. Como en muchos libros protagonizados por adolescentes, Una palabra mortal contiene una historia en la que los lazos de amistad y camaradería entre los jóvenes personajes son tan fuertes que les llevan a meterse en líos donde un adulto se lo pensaría dos veces. Pero es que, si no, ¿dónde estaría la aventura?
Aparte de las peripecias de un grupo de adolescentes unidos para ayudar a dos de ellos, la novela cuenta con dos elementos que harán las delicias de todos los aficionados a los géneros fantásticos: viajes en el tiempo y juegos de rol.
Tengo que reconocer que no he jugado una partida de rol en mi vida, así que, aparte de unas vagas nociones sobre la presencia de un director de juego o master y el uso de dados raros y personajes, no tenía ni idea de cómo se juega. En Una palabra mortal asistimos a varias sesiones de una partida que los protagonistas juegan todos los sábados, en concreto del mítico Dungeons&Dragons, lo cual fue ilustrativo para mí, pero imagino que será especialmente disfrutable y evocador para quienes sí juegan o jugaban, que probablemente sean mayoría entre los lectores de género. Para más inri, el rol no está ahí como mero elemento decorativo, sino que algunas de las situaciones que surgen en las partidas y algunas de las lecciones que los chicos aprenden en ellas se volverán perturbadoramente reales a lo largo de la novela.
El elemento genuinamente fantástico que contiene el libro son los viajes en el tiempo. El planteamiento se aleja bastante de lo habitual en este tipo de tramas. En las historias más típicas, los viajeros del tiempo o son totalmente involuntarios y luchan por regresar a su época, o viajan con la intención de cambiar algo en el pasado para así alterar el futuro, que sería su presente.

¿Qué pensarías si te digo que en Una palabra mortal el viajero del tiempo regresa a su pasado para asegurarse de que nada cambia, de que todo sucede como sucedió y como él recuerda? La base de esta preocupación es la teoría de los universos múltiples: cada decisión, por insignificante que sea, abre un abanico de posibilidades, y cada una de ellas da lugar a una ramificación y una línea temporal propia, donde todo puede ser diferente. Si cambias algo de tu pasado, aparecerá una nueva rama en ese árbol del tiempo, pero no será la tuya y tu presente permanecerá inalterado.
Entonces ¿para qué viaja en el tiempo ese personaje? Si no puede cambiar nada, ¿cuál es el propósito? Bueno, eso es algo que tendrás que descubrir cuando leas la novela, pero ya te aviso que algunos pasajes te harán pensar en la predeterminación, el destino y el libre albedrío. Y en bucles.
Otro elemento que contiene la novela y que hará disfrutar a los más nostálgicos es su ambientacíón en los años ochenta del siglo pasado y la cantidad de referencias tanto musicales como cinematográficas que se permite el autor. Por ejemplo, Regreso al futuro acababa de estrenarse, así que algunos de los personajes la han visto y otros no, dando lugar a diálogos que te harán sentir nostalgia.
Pero Una palabra mortal no es solo una novela de aventuras adolescentes con añadidos frikis y nostálgicos. También toca temas sensibles, como el acoso escolar, el racismo, las drogas y la homofobia. Los años ochenta quizás fueran los años dorados de la música y el cine para muchos de nosotros, pero recordemos que el SIDA era entonces una enfermedad mortal y estigmatizante, que el consumo de drogas y la delincuencia que lo acompaña estaban a la orden del día y que se asumía como normal que en cada instituto había al menos un abusón. Todos estos temas están también en el libro, perfectamente reflejados.
Por otro lado, quiero destacar también la caracterización de los personajes que hace Mark Lawrence, pues me parece perfecta para la historia que quiere contar. El protagonista, Nick, es un chaval excepcionalmente dotado para las matemáticas, que recibe de pronto una noticia devastadora. Sus amigos, con los que juega a rol todos los sábados, son John, el privilegiado y guaperas, Elton, de origen africano y residente en un barrio marginal, y Simon, superinteligente pero introvertido hasta rozar el espectro autista. En este grupo aparentemente cerrado irrumpe al principio de la historia Mia, una chica que se gasta un look gótico y tendrá un papel que va más allá de ser meramente el interés romántico del protagonista. Este grupito de adolescentes, cada uno con sus particulares caracteres y útiles habilidades recuerda un poco a sagas clásicas como Los tres investigadores, de Robert Arthur.
Para terminar, aunque Una palabra mortal es la primera entrega de una trilogía que Red Key Books se ha comprometido a publicar íntegra en español, la historia es lo suficientemente autoconclusiva como para ser leída de forma aislada. No te quedarás en un tremendo cliffhanger, pero sí que esperarás con ganas la publicación del siguiente tomo.
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