Un deseo limitado: decisiones difíciles

  • Título: Un deseo limitado (Impossible Times II)
  • Autor: Mark Lawrence
  • Editorial: Red Key Books
  • Formato: rústica con solapas
  • Nº de páginas: 269
  • Disponible en e-book: próximamente
  • Traducción: David Tejera Expósito
  • Diseño de cubierta: Marlock
  • Fecha de publicación: julio de 2022
  • Fecha de lectura: agosto de 2022
  • Enlace de compra: web de la editorial

Hoy te traigo la segunda parte de la trilogía Impossible times, de Mark Lawrence. Si aún no has leído la primera entrega, Una palabra mortal (Red Key Books, 2022), quizá sea mejor que no leas tampoco esta reseña. Aunque procuro no estropearle la lectura a nadie, es posible que se me cuele algún spoiler, no sobre este libro, pero sí sobre lo que ocurre en el anterior.

Solo unos meses después de los acontecimientos narrados en Una palabra mortal, Nick Hayes trabaja en la Universidad de Cambridge, como ayudante de un brillante matemático… con tan solo 16 años. Allí conoce a Helen, una estudiante de bioquímica por la que empieza a sentirse atraído, lo cual pone en peligro su ya fría relación con Mia. Recordemos que todo lo que ocurría en el libro anterior venía provocado por un intento de salvar a esta última de un futuro terrible, y que resultaba tremendamente importante no cambiar nada en el presente para no crear una nueva línea temporal que convirtiese en inútiles todos los esfuerzos de sus amigos.

Precisamente este es el núcleo de la historia que Lawrence nos cuenta en Un deseo limitado. Por algún motivo que Nick tendrá que descubrir, están ocurriendo extraños accidentes y algo a lo que podríamos llamar «interferencias». Todo apunta a que los tan temidos paradoja y desdoblamiento de líneas temporales están ocurriendo. Y no solo el futuro de Nick y Mia está en peligro, sino posiblemente el de todo el planeta.

A partir de esta premisa, y jugando con los mismos ingredientes que tan buen resultado le dieron en Una palabra mortal, Lawrence construye una historia tan entretenida como la anterior, igualmente repleta de referencias ochenteras, tanto cinematográficas como musicales, y de nuevo la solución de la trama guarda un significativo paralelismo con una partida de rol.

En esta ocasión, cambia el escenario: de los barrios y suburbios londinenses al campus universitario de Cambridge, con sus rancias tradiciones y sus colleges repletos de estudiantes, donde las diferencias de clase se hacen especialmente evidentes, por la obligada convivencia y la abundancia de eventos sociales. Si en Una palabra mortal Nick se enfrentaba a un abusón de instituto y a un psicópata, en esta nueva entrega tendrá que vérselas con malcriados niñatos de la alta sociedad y un violento delincuente, además de una recaída en su enfermedad –si leíste la primera entrega, sabrás que esta es una muy mala señal– y un empresario sin escrúpulos.

Mark Lawrence
Mark Lawrence

Para enfrentarse a todos estos problemas, desde los más mundanos a los más alucinantes y paradójicos, contará con la ayuda de sus inseparables John y Simon, además de la ya mencionada Helen, otro antiguo conocido y una sorprendente nueva aliada. Pero, al final, toda la responsabilidad de lo que pueda ocurrir recaerá sobre sus hombros al enfrentarse a una difícil elección.

Un deseo limitado es un libro de lectura ágil, como su predecesor. Tiene casi trescientas páginas, pero se lee tranquilamente en un par de tardes. El discurrir de los acontecimientos, la intriga por encontrarle explicación a lo que está ocurriendo –como una serie de extraños y fortuitos percances que acosan a Nick y sus accidentados encuentros con una chica misteriosa– los diálogos ágiles y chispeantes entre los personajes y la forma rabiosamente cómica en la que el propio protagonista va desgranando su historia hacen de esta novela una lectura ligera, entretenida y muy muy divertida.

Sin embargo, como ocurría en el primer libro de la saga, hay también elementos para la reflexión. Los lectores aficionados a las paradojas temporales y sus nefastas consecuencias disfrutarán especialmente esta entrega. Incluso si no es tu tema favorito y no te apetece estrujarte la sesera pensando lo que ocurrió, ocurrirá o podría ocurrir según el momento y la línea temporal, y si resulta o no paradójico o si tiene solución, no hay por qué preocuparse. Lawrence es capaz de explicarlo de forma tan sencilla que podrás pasar por alto cualquier posible complicación y seguir disfrutando de la historia.

Por último, también está presente ese componente de crítica social que se apreciaba en Una palabra mortal. En esta ocasión, esa crítica se centra en el elitista entorno de una de las universidades más prestigiosas del mundo, y comienza precisamente con una escena –divertidísima– de acoso y persecución por un incidente en una fiesta al aire libre. En cierto modo, Lawrence desmitifica e ironiza sobre la vida universitaria en uno de los templos europeos del saber, enfrentando a su superdotado pero humilde protagonista con aristocráticos e ignorantes estudiantes pagados de sí mismos.

En definitiva, una novela entretenida, divertida y de acción trepidante, con referencias roleras y ochenteras, sobre paradojas temporales que ponen en peligro la propia existencia del universo.

Otras reseñas de interés:

Daniel Garrido en El caballero del árbol sonriente

Román Sanz Mouta en Dentro del monolito

María Teresa Morín en In the Never Never

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